jueves, 24 de diciembre de 2015

NAVIDAD EN BEMBEREKE

            Como todo el mundo sabe, la Navidad es una fiesta cristiana en sentido estricto, inculturada en otras mucho más antiguas que celebraban los más importantes cambios en este reducido espacio del inmenso universo global. Con el paso del tiempo, esta fiesta ha influenciado la vida de casi todas las sociedades.

            En Benin, como en muchos otros lugares, la fiesta de la estricta navidad se centra en las comunidades cristianas. En las nuestras en concreto, se hacen coincidir con el Bautismo de los niños. Algo que contribuye a su embellecimiento. Todos los templos se adornan con guirnaldas, globos, dibujos, creando el mejor ambiente festivo posible. Y, claro, no falta el belén, con pocas y sencillas figuritas, las luces intermitentes y, eso sí, una buena cabaña que semeja a las más humildes mansiones de nuestra buena gente.
            En algunas de nuestras comunidades cristianas, los jóvenes representan diferentes escenas del evangelio de Lucas, bajo la admiración de un pueblo que se siente especialmente identificado con lo que contempla, y desborda frecuentemente sus sentimientos de admiración, gozo y alegría. Nuestros pequeños pueblos se llenan de bote en bote, y no son pocos los que no siendo cristianos se unen a la fiesta, especialmente a la gran comida del día siguiente, regada no con champán, pero sí con algo de chapalote (especie de cerveza de mijo) y bien sudado de danzas y cantos interminables. Música y danzas inherentes al ser africano.
            Algo muy laudable y digno de resaltar es el hecho de que, tanto en la comida de Navidad (no cena), como la de Pascua, participa toda la gente del poblado, musulmanes, seguidores de la religión tradicional, etc. Contribución al tan ansiado respeto a la rica diversidad.
            Otro dato importante es la manera de vestirse. Como la mejor expresión del ser africano es todo aquello que toca en profundidad lo comunitario, son muchos los que ese día se visten de la misma manera. Compran el mismo tejido, de la misma forma, del mismo color, algo que eleva la belleza a lo más sublime. Los villancicos no existen, pero no faltan cantos al niño de Belén, a la Madre, al Salvador y Liberador de la humanidad entera.
            A nosotros los misioneros asturianos, y a nuestros amigos de Logroño y Barbastro, no nos falta casi nada de lo que adorna nuestra comida en España, gracias a la generosidad de las familias, las amistades y de alguna que otra parroquia como el grupo de misiones de Pola de Siero. Y hasta podemos compartir con los chavales de nuestro Hogar-Internado.

            Dos de ellos me han pasado alguna nota para completar esta colaboración. Para ellos la Navidad es sobre todo la fiesta de los niños. Sus padres hacen lo posible para que vivan unos días más felices y contentos. Les ponen ropa nueva (¿?), sobre todo para ir a la Eucaristía y, si se puede, se come un poco mejor, al menos un pequeño trozo de pollo o de carne de cerdo (a la que yo ya renuncié para proteger mi débil dentadura), en lugar de los despojos habituales. Y no puede faltar, claro, el arroz y los spaguetis, todo bien picantito.
            Lo más guapo y simpático son los cantos de los niños por la calle. Cualquier cosa que suene sirve como instrumento, latas, botellas y algún viejo tambor, mucho más viejo que el de Rafael (o Raphael, como queráis). Y los menos niños, pues a jugar al fútbol, pegando patadas a cualquier cosa redonda.

            Que la alegría sea siempre fuente de vida y de paz, y que haga crecer la misericordia para con los demás. FELIZ NAVIDAD!!! (¿porqué renunciar a esta belle expresión con largas y rebuscadas frases?). Unidos en una verdadera SOLIDARIDAD (ENCARNACION) con los empobrecidos. Un abrazo.    Alejandro.        

lunes, 2 de noviembre de 2015

“LO IMPORTANTE ES SEGUIR LUCHANDO”

Después de nuestro regreso de vacaciones y tras un intenso mes de trabajo de preparación y puesta en marcha de nuestros planes y actividades para el nuevo año pastoral, reanudamos el contacto con todos vosotros, a través de este medio que pretende unir nuestros corazones y nuestras conciencias en una misión común al servicio de los más empobrecidos.
Este blog, como sabéis, no pretende otra cosa que compartir con todos vosotros distintas experiencias de nuestro trabajo diario que despierten y acrecienten entre nosotros un espíritu verdaderamente solidario, lejos de cualquier tentación de acciones sentimentalistas tranquilizadoras de conciencias.
Queremos sinceramente dar gracias a Dios por todos los encuentros tenidos durante nuestra estancia en España, con los muchos amigos que El ha puesto en nuestro camino. Todo nuestro afecto y reconocimiento para los hermanos sacerdotes del grupo de los lunes de Gijón. Para las hermanas parroquias de Rivadedeva quienes con Amador y el grupo de Caritas al frente, no cejan en su empeño de prestarnos un servicio que, por gratuito, supera los máximos honores de los grandes premios. Para nuestra querida buena gente Pola de Laviana, de Villoria, de El Condado, de Lorío, que unen sencillez y simpatía en una colaboración inestimable. Para el Grupo de S. Pablo de Oviedo, viejos amigos siempre jóvenes, que unen amistad y buen hacer y para los que deseo que no olviden nunca aquello que cantábamos ya hace más de treinta años: “Lo importante es seguir luchando…”, y a quienes aliento a poner en marcha  este año el grupo de apoyo prometido el día de la fabada en Las Caldas. Para los jóvenes de San Pedro de los Arcos en quienes dejó profunda huella el vivo relato de nuestro querido Emmanel. Para las Hermanitas de los Ancianos del Naranco y Avilés, quienes tan bien acogen nuestra presencia, mostrando que la solidaridad no muere ni con lo decrepitud de la vejez. Para las Hermanas del monasterio de S. Pelayo de Oviedo, cuya invitación a compartir palabra y Oración nos llenó de alegría y admiración. Para la gente de mi pueblo, Fuentecén, cada vez más cerca de lo que llevamos en el corazón y en nuestra mochila. Y para tantos amigos de Asturias, Burgos, Madrid, Ciudad Real, Sevilla y hasta de Hong-Kong, donde vive y trabajo nuestro viejo amigo Alejo y su familia.  Al simpático y cariñoso grupo de apoyo que lanzaron en Villoria las mujeres de “El Texu”. Y, finalmente, no puedo olvidar a mi propia familia genética y a las otras tres que Dios me ha regalado en Oviedo, Gijón y Pola de Laviana. Pensar en todos vosotros, en los momentos más duros, nos  ha mantenido y nos sigue manteniendo en la lucha.
Y a todos vosotros y a toda la gente que nos sigue, quiero haceros partícipes  hoy de  la finalización de la obra que dio luz a nuestro gran sueño desde hace unos años: la construcción de un edificio de planta y piso que alberga ocho aulas para el Instituto Público de Bembéréké. Gracias a este nuevo edificio, se podrá disminuir el número de alumnos por clase (que superan los 60) y nuestros jóvenes ya no se verán obligados a asistir a sus cursos hasta los sábados y así podrán dedicar ese día a otras actividades.


Esta obra ha sido posible a la solidaridad de mucha gente expresada a través de Manos Unidas, que nos concedió una partida económica de algo más de 84.000 €. No os podéis imaginar la alegría y el gozo que experimentamos al contemplar esta gran obra y sobre todo al pensar en el bien que puede hacer a la sociedad a la que servimos. No hemos organizado ningún tipo de inauguración (no sabemos si se hará o no) ni ningún tipo de fiesta. Nos basta con el descanso y el gozo de una obra bien hecha. Que todo sea para la gloria de la persona humana que coincide con la de Dios. Un abrazo.

sábado, 31 de octubre de 2015


“LO IMPORTANTE ES SEGUIR LUCHANDO”

Después de nuestro regreso de vacaciones y tras un intenso mes de trabajo de preparación y puesta en marcha de nuestros planes y actividades para el nuevo año pastoral, reanudamos el contacto con todos vosotros, a través de este medio que pretende unir nuestros corazones y nuestras conciencias en una misión común al servicio de los más empobrecidos.
Este blog, como sabéis, no pretende otra cosa que compartir con todos vosotros distintas experiencias de nuestro trabajo diario que despierten y acrecienten entre nosotros un espíritu verdaderamente solidario, lejos de cualquier tentación de acciones sentimentalistas tranquilizadoras de conciencias.
Queremos sinceramente dar gracias a Dios por todos los encuentros tenidos durante nuestra estancia en España, con los muchos amigos que El ha puesto en nuestro camino. Todo nuestro afecto y reconocimiento para los hermanos sacerdotes del grupo de los lunes de Gijón. Para las hermanas parroquias de Rivadedeva quienes con Amador y el grupo de Caritas al frente, no cejan en su empeño de prestarnos un servicio que, por gratuito, supera los máximos honores de los grandes premios. Para nuestra querida buena gente Pola de Laviana, de Villoria, de El Condado, de Lorío, que unen sencillez y simpatía en una colaboración inestimable. Para el Grupo de S. Pablo de Oviedo, viejos amigos siempre jóvenes, que unen amistad y buen hacer y para los que deseo que no olviden nunca aquello que cantábamos ya hace más de treinta años: “Lo importante es seguir luchando…”, y a quienes aliento a poner en marcha  este año el grupo de apoyo prometido el día de la fabada en Las Caldas. Para los jóvenes de San Pedro de los Arcos en quienes dejó profunda huella el vivo relato de nuestro querido Emmanel. Para las Hermanitas de los Ancianos del Naranco y Avilés, quienes tan bien acogen nuestra presencia, mostrando que la solidaridad no muere ni con lo decrepitud de la vejez. Para las Hermanas del monasterio de S. Pelayo de Oviedo, cuya invitación a compartir palabra y Oración nos llenó de alegría y admiración. Para la gente de mi pueblo, Fuentecén, cada vez más cerca de lo que llevamos en el corazón y en nuestra mochila. Y para tantos amigos de Asturias, Burgos, Madrid, Ciudad Real, Sevilla y hasta de Hong-Kong, donde vive y trabajo nuestro viejo amigo Alejo y su familia.  Al simpático y cariñoso grupo de apoyo que lanzaron en Villoria las mujeres de “El Texu”. Y, finalmente, no puedo olvidar a mi propia familia genética y a las otras tres que Dios me ha regalado en Oviedo, Gijón y Pola de Laviana. Pensar en todos vosotros, en los momentos más duros, nos  ha mantenido y nos sigue manteniendo en la lucha.
Y a todos vosotros y a toda la gente que nos sigue, quiero haceros partícipes  hoy de  la finalización de la obra que dio luz a nuestro gran sueño desde hace unos años: la construcción de un edificio de planta y piso que alberga ocho aulas para el Instituto Público de Bembéréké. Gracias a este nuevo edificio, se podrá disminuir el número de alumnos por clase (que superan los 60) y nuestros jóvenes ya no se verán obligados a asistir a sus cursos hasta los sábados y así podrán dedicar ese día a otras actividades.
Esta obra ha sido posible a la solidaridad de mucha gente expresada a través de Manos Unidas, que nos concedió una partida económica de algo más de 84.000 €. No os podéis imaginar la alegría y el gozo que experimentamos al contemplar esta gran obra y sobre todo al pensar en el bien que puede hacer a la sociedad a la que servimos. No hemos organizado ningún tipo de inauguración (no sabemos si se hará o no) ni ningún tipo de fiesta. Nos basta con el descanso y el gozo de una obra bien hecha. Que todo sea para la gloria de la persona humana que coincide con la de Dios. Un abrazo.